viernes, 23 de noviembre de 2012


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Estudiante de Maestría Lcdo. Cirilo Urriola
ENSAYO
EL CONOCIMIENTO Y NUESTRA SOCIEDAD DESINFORMADA
    Esta importante información publicada por la UNESCO, nos lleva a reflexionar y a pensar muy en serio nuestro papel de educador diario en una Venezuela incluida en el grueso de países subdesarrollados por pertenecer a Latinoamérica  y el  Caribe, donde también hay países de Europa central, asía, África, y países árabes, donde por razones similares y pesar de la situación geográfica coinciden en la poca ( o verdadera) libertad de acceder a las telecomunicaciones y cómo explica el texto, que,   la sociedad mundial de la información sólo tiene sentido, si propicia el desarrollo de “sociedades del  conocimiento y se asigna como finalidad “ ir hacia un desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste””. Por esto la relación existente entre el reconocimiento de un derecho y el conocimiento  de éste. Los derechos, así como los principios éticos en los que se basan, deben primero conocerse para poder ser luego reivindicados y reconocidos. Existiendo una desigualdad en; empleo, la lengua, el sexo, recursos económicos, educación, y geografía entre ellos. Si se respetan, la libertad de expresión y la libertad de investigación científica y de creación permiten construir auténticas sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una sociedad mundial de la información.  Esto se refleja porque la mayor parte de la riqueza del mundo se encuentra en el 20% y estos a su vez dominan económicamente, moralmente, toda la información real que puede existir, y el grueso de la población o sea el 80% recibe información de lo que estos quieren que se comunique. De igual manera ocurre con nosotros, en todos y cada uno de los aspectos.
Para lograr reducir la brecha digital, que en pleno siglo XXI, es una realidad triste, lamentable, pero hay que hacer esfuerzos más sinceros para que la tecnología llegue a muchos más habitantes y que las minorías acaudaladas vean que con la educación en niveles de mayor calidad, y numérico se podrá vivir de manera humana y socialmente productiva.     La  sociedad conectada en redes, tiene más conocimiento aplicando las nuevas tecnologías, pudiese existir más  libertad de expresión, el conocimiento, los principios democráticos y el ideal de justicia, que son los cimientos de la Constitución de la UNESCO.
  Poniendo la voluntad necesaria, las sociedades del aprendizaje, pudiese coxistri una sociedad para todos por igual. 

 



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Estudiante de Maestría Lcdo. Cirilo Urriola
ENSAYO
EL CONOCIMIENTO Y NUESTRA SOCIEDAD DESINFORMADA
    Esta importante información publicada por la UNESCO, nos lleva a reflexionar y a pensar muy en serio nuestro papel de educador diario en una Venezuela incluida en el grueso de países subdesarrollados por pertenecer a Latinoamérica  y el  Caribe, donde también hay países de Europa central, asía, África, y países árabes, donde por razones similares y pesar de la situación geográfica coinciden en la poca ( o verdadera) libertad de acceder a las telecomunicaciones y cómo explica el texto, que,   la sociedad mundial de la información sólo tiene sentido, si propicia el desarrollo de “sociedades del  conocimiento y se asigna como finalidad “ ir hacia un desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste””. Por esto la relación existente entre el reconocimiento de un derecho y el conocimiento  de éste. Los derechos, así como los principios éticos en los que se basan, deben primero conocerse para poder ser luego reivindicados y reconocidos. Existiendo una desigualdad en; empleo, la lengua, el sexo, recursos económicos, educación, y geografía entre ellos. Si se respetan, la libertad de expresión y la libertad de investigación científica y de creación permiten construir auténticas sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una sociedad mundial de la información.  Esto se refleja porque la mayor parte de la riqueza del mundo se encuentra en el 20% y estos a su vez dominan económicamente, moralmente, toda la información real que puede existir, y el grueso de la población o sea el 80% recibe información de lo que estos quieren que se comunique. De igual manera ocurre con nosotros, en todos y cada uno de los aspectos.
Para lograr reducir la brecha digital, que en pleno siglo XXI, es una realidad triste, lamentable, pero hay que hacer esfuerzos más sinceros para que la tecnología llegue a muchos más habitantes y que las minorías acaudaladas vean que con la educación en niveles de mayor calidad, y numérico se podrá vivir de manera humana y socialmente productiva.     La  sociedad conectada en redes, tiene más conocimiento aplicando las nuevas tecnologías, pudiese existir más  libertad de expresión, el conocimiento, los principios democráticos y el ideal de justicia, que son los cimientos de la Constitución de la UNESCO.
  Poniendo la voluntad necesaria, las sociedades del aprendizaje, pudiese coxistri una sociedad para todos por igual. 

 



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Estudiante de Maestría Lcdo. Cirilo Urriola
ENSAYO
EL CONOCIMIENTO Y NUESTRA SOCIEDAD DESINFORMADA
    Esta importante información publicada por la UNESCO, nos lleva a reflexionar y a pensar muy en serio nuestro papel de educador diario en una Venezuela incluida en el grueso de países subdesarrollados por pertenecer a Latinoamérica  y el  Caribe, donde también hay países de Europa central, asía, África, y países árabes, donde por razones similares y pesar de la situación geográfica coinciden en la poca ( o verdadera) libertad de acceder a las telecomunicaciones y cómo explica el texto, que,   la sociedad mundial de la información sólo tiene sentido, si propicia el desarrollo de “sociedades del  conocimiento y se asigna como finalidad “ ir hacia un desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste””. Por esto la relación existente entre el reconocimiento de un derecho y el conocimiento  de éste. Los derechos, así como los principios éticos en los que se basan, deben primero conocerse para poder ser luego reivindicados y reconocidos. Existiendo una desigualdad en; empleo, la lengua, el sexo, recursos económicos, educación, y geografía entre ellos. Si se respetan, la libertad de expresión y la libertad de investigación científica y de creación permiten construir auténticas sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una sociedad mundial de la información.  Esto se refleja porque la mayor parte de la riqueza del mundo se encuentra en el 20% y estos a su vez dominan económicamente, moralmente, toda la información real que puede existir, y el grueso de la población o sea el 80% recibe información de lo que estos quieren que se comunique. De igual manera ocurre con nosotros, en todos y cada uno de los aspectos.
Para lograr reducir la brecha digital, que en pleno siglo XXI, es una realidad triste, lamentable, pero hay que hacer esfuerzos más sinceros para que la tecnología llegue a muchos más habitantes y que las minorías acaudaladas vean que con la educación en niveles de mayor calidad, y numérico se podrá vivir de manera humana y socialmente productiva.     La  sociedad conectada en redes, tiene más conocimiento aplicando las nuevas tecnologías, pudiese existir más  libertad de expresión, el conocimiento, los principios democráticos y el ideal de justicia, que son los cimientos de la Constitución de la UNESCO.
  Poniendo la voluntad necesaria, las sociedades del aprendizaje, pudiese coxistri una sociedad para todos por igual. 

 


LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: UNA VISIÓN DE LA ACTUALIDAD PARA EL FUTURO:

Desde hace varias décadas, los avances científicos y tecnológicos han revolucionado al mundo a una velocidad acelerada, no solo invade todo el dinamismo industrial, sino que también participa profundamente en cualquier tipo de actividad humana, en todos los campos de su actuación, como lo son: a nivel social, cultural, comercial, empresarial, educativo, político, por ende se hace necesario el estudio especifico de los conceptos que engloba a la sociedad del conocimiento, surgiendo ciertas interrogantes que impulsa el estudio, la visión, y el objeto de esta frente a una población mundial que se quiere saciar de respuestas inmediatas, partiendo de esta necesidad la Organización de Naciones Unidas para la Educación, UNESCO, se enfrenta a un gran reto, a través de su proyecto presentado en el informe mundial donde hace  énfasis de consolidar bases solidas para que las sociedades del conocimiento evolucionen de la misma manera que avanza la sociedad actual, puesto que desde las antiguas eras se viene trabajando con sociedades del conocimientos cada una a su  manera y con la forma de pensar de sus pobladores en esos momentos, donde se acaparaba el conocimiento en pequeños grupos o estratos sociales que tenían el acceso a la educación vista desde todas sus formas, que ha venido evolucionando con el devenir de los años en busca de consolidar el conocimiento universal basado en principios rectores de igualdad y libertad. Es a partir de 1969, cuando se comienza a utilizar por primera vez la noción de sociedad del conocimiento por un autor austríaco de literatura relacionada con el "management" o la gestión empresarial, llamado Peter Drucker, y en el decenio de 1990 fue profundizada en una serie de estudios detallados por autores como Robin Mansel o Nico Stehr, los cuales planteaban dos conceptos importantes  como lo son la sociedad de  la información y la sociedad del conocimiento, ambos términos no son considerados iguales, la información se compone de hechos y sucesos, mientras que el conocimiento se define como la interpretación de dichos hechos dentro de un contexto, y posiblemente con alguna finalidad. Es así que la UNESCO[] adopta un concepto pluralista de sociedades del conocimiento, el va más allá de la sociedad de la información ya que apunta a transformaciones sociales, culturales y económicas en apoyo al desarrollo sustentable. Los pilares de las sociedades del conocimiento son el acceso a la información para todos, la libertad de expresión y la diversidad lingüística, por ello es necesario que todos los individuos de la sociedad sean coparticipes del conocimiento, que tengan acceso a él y puedan aprovecharlo al máximo, desde los más pequeños, los jóvenes que conforman la generación de hoy y del mañana, siendo los principales exploradores y conocedores de la aplicación de nuevas tecnologías y nuevos conocimientos, apoyados en la experiencia innata de los adultos y ancianos que han sido los constructores del pasado que es fuente de experiencia para apuntar a las mejores respuestas para la aplicación de la nueva sociedad del conocimiento que se pretende consolidar, diferenciándose la de estos tiempos con la de siglos anteriores por tener un carácter integrador, participativo fundado en derechos de igualdad, de expresión, opinión, la libertad de información, la libertad académica, el derecho a la educación, la gratuidad de la enseñanza básica, el derecho a “tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten”  contemplado en la Declaración Universal de Derechos, de los ciudadanos y ciudadanas sin discriminación alguna, fuente tomada como guía en las legislaciones en gran parte de los países del mundo. Cabe destacar la importancia de la conformación de sociedades del conocimiento en redes la cuales, permiten minimizar los problemas  mundiales que nos afectan sin distinción a todos por  igual, como lo son el medio ambiente, los riesgos tecnológicos, las crisis económicas, la pobreza, entre otros.
Es importante señalar que no solo los países desarrollados pueden consolidar bases solidas en la aplicación de sociedades del conocimiento, sino también aquellos países en vías de desarrollo y los no desarrollados, con el objeto de sacar el máximo provecho de esto y fortalecer esas bases su estructura de nación, minimizando la pobreza extrema y fomentando los conocimientos necesarios para vivir en una sociedad que abarca gran cantidad de cambios a diario, y han sido obstaculizadas por las distancias geográficas o limitadas por la comunicación, el poco conocimiento científico o técnico, que se debe ir atacando a través de las condiciones educativas optimas donde nuestros estudiantes y docentes pueden ser participes de adquirir nuevos conocimientos y apoderarse de las innovaciones tecnológicas, científicas y epistemológicas relacionadas con cada disciplina y con los procesos educativos propiamente dichos. Tienen que formar parte de ella tanto el aprendizaje de las nuevas tecnologías como una reflexión sobre los medios para lograr la motivación y dedicación de los alumnos.  De igual forma se debe implementar el conocimiento de la capacidad o diversidad lingüística, el futuro de las lenguas constituirá también uno de los principales desafíos para las sociedades del conocimiento. En efecto, la diversidad lingüística de nuestro  planeta está en peligro, puesto que con el correr del tiempo se teme que desaparezca un gran número de ellas, por ello se debe concientizar a la humanidad de su relevancia y las ventajas que trae consigo para que esta no desaparezcan. Igual ocurre con el alto índice de riesgo natural que se viene presentando por los avances tecnológicos pues hoy en día muchas de las catástrofes llamadas naturales se pueden considerar el resultado de las actividades humanas. El accidente ha salido del ámbito de la naturaleza y, por consiguiente, su índole ha cambiado. Ahora es obra del hombre, de su  industria invasora, de su ineptitud para dominar los elementos de los sistemas que construye, de su apresuramiento para aplicar a gran escala procedimientos o productos insuficientemente ensayados, de su falta de vigilancia o de sus fallos, e incluso del desvarío de su razón. Una de las amenazas que las sociedades del conocimiento se crearán a sí mismas serán probablemente las siguientes: riesgo tecnológico importante, vulnerabilidad de los grandes sistemas, terrorismo, contaminación de la informática y los multimedia, riesgo de supremacía e incertidumbres sobre el futuro de la especie humana y del planeta. Partiendo de lo antes expuesto es que la UNESCO, estable como prioridades: fomentar la enseñanza de las lenguas desde la enseñanza primaria mediante programas de iniciación a los idiomas, así como el aprendizaje de dos lenguas extranjeras por lo menos desde los primeros años de la enseñanza, lo cual permitiría fomentar el conocimiento del Otro. Lo que permitiría una “masificación” de la enseñanza desde la educación primaria hasta la Universitaria, esta oferta educativa se diversifica a medida que los conocimientos progresan. Uno de los puntos fuertes esenciales del aprovechamiento compartido del conocimiento es que permite hacer economías de escala y evitar duplicaciones inútiles, suponiendo así una disminución de los costos. Desde este punto de vista, la noción de “sociedades del conocimiento” ofrece nuevas posibilidades al desarrollo humano y sostenible. Los objetivos que emanan de la voluntad de construir sociedades del conocimiento son deseosos. Lograr la educación básica para todos, promover la educación para todos a lo largo de toda la vida, estimular una generalización de los trabajos de investigación y desarrollo en todos los países del mundo mediante la transferencia de tecnologías, la regulación de la circulación mundial de las competencias y el fomento de la solidaridad digital: estos esfuerzos para lograr la participación de todos en el aprovechamiento compartido del conocimiento y la constitución, incluso en los países más desfavorecidos de un auténtico potencial cognitivo representan una tarea considerable, estos objetivos que se pretenden lograr son una utopía de la comunidad internacional o una visión de la actualidad para lograr un futuro provecho para el mundo entero.


LCDA. DESIREE VILLEGAS. UPEL - GUANARE

INFORME ESTRUCTURAL LOS SIETES SABERES DE EDGAR MORÍN

Biografía
Edgar Morin es un filósofo y sociólogo francés de origen judeo-español (sefardí). Nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre de nacimiento es Edgar Nahum. Con una infancia caracterizada por la enfermedad, Morin empezó a ser un chico entusiasta de la lectura y aficionado al estudio, a la aviación y al ciclismo. Comenzó su labor filosófica con la lectura de los diversos representantes de la Ilustración del s. XVIII. Se vinculó al socialismo gracias al apoyo del Frente Popular (al cual se unió en la Federación de Estudiantes Frentistas, dirigida por Gaston Bergery) y al gobierno republicano español en la Guerra Civil Española. Al integrarse a la CNRS, Morin se inicia en el campo de la temática social en el terreno de la cinematografía, aproximándose al surrealismo, aunque todavía no abandonando el socialismo, del cual comparte ideas con Franco Fortini y Roberto Guiducci, así como de Herbert Marcuse y otros filósofos. Funda y dirige la revista Argumentos (1956-1962) al tiempo que vive una crisis interior y se manifiesta contra la guerra argelina (1954-1962).
  
Al iniciar la década de 1960, Morin inicia trabajos y expediciones por Latinoamérica y queda impresionado por su cultura. Posteriormente empieza a elaborar un pensamiento que haga complementar el desarrollo del sujeto. Ya en Poulhan, y en compañía de sus colaboradores, desarrolla una investigación de carácter experimental que culmina con la tesis de la transdisciplinariedad, que le genera mayores contradicciones con otros académicos.
Con el surgimiento de la revolución bio-genética, estudia el pensamiento de las tres teorías que llevan a la organización de sus nuevas ideas (la cibernética, la teoría de sistemas y la teoría de la información). También se complementa en la teoría de la autoorganización de Heinz Von Förster. Para 1977, elabora el concepto del conocimiento enciclopedante, del cual liga los conocimientos dispersos, proponiendo la epistemología de la complejidad.
Edgar Morin en su libro Los Siete Saberes Necesarios para La Educación del Futuro considera siete principios claves, o saberes, necesarios para la educación del futuro, con éstos busca contribuir en el quehacer de los educadores, así como aclarar su pensamiento sobre este tema vital de la humanidad: la educación del futuro. A continuación una breve explicación de cada uno de ellos.
1. Una educación que cure la ceguera del conocimiento:

Para Morin el ready made en el conocimiento no puede ser filosofía del mañana; pues no existe conocimiento acabado que garantice la disolución del error y de la ilusión. Por el contrario, el conocimiento humano seguirá estando expuesto a las vibraciones de las alucinaciones sociales y personales; es así como no existe ciencia, que dejando de lado la afectividad, pueda comprometerse objetivamente con su eliminación definitiva.

Lo anterior, lleva a reflexionar al filosofo francés en cuál ha de ser el tipo de educación que nos cure de la ceguera de un conocimiento que sólo propende a la racionalización; pues “es cierto que el odio, la amistad o el amor pueden enceguecernos –y quizás pensemos que una ciencia objetiva sea la única salida-, pero también es cierto, que el desarrollo de la inteligencia es inseparable del de la afectividad””.

En consecuencia, Edgar Morin considera que la primera e ineludible tarea de la educación para afrontar tal ceguera, ha de ser la de enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento y, para ello, apela a evitar la doble enajenación que se da en “nuestra mente por sus ideas y de las propias ideas por nuestra mente”.

Por tanto, Morin concluye que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el primer objetivo de la educación del futuro será apropiar a cada uno de los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del mismo, en un escenario social de reflexibilidad, crítica y de convivencialidad ideológica.

2. Una educación que garantice el conocimiento pertinente:

¿Cómo saber cuál es la información clave en este océano de datos? Morin responde con una invitación a determinar los problemas clave de la humanidad; potenciando así, la idea de una educación que promueva la “inteligencia general” dotada de sensibilidad ante el contexto o la globalidad y que a su vez pueda referirse a lo multidimensional y a la interactividad compleja de los elementos. Su distinción “pertinente” entre la “racionalización” como construcción mental que sólo atiende a lo general y a la “racionalidad” se atiene simultáneamente a lo general y a lo particular, permite definir lo que él denominó “conocimiento pertinente”, que siempre es y al mismo tiempo general y particular.

3. Una educación que enseñe la condición humana:

Morin confirma que conocer el ser Humano es situarlo en el universo y, al mismo tiempo, separarlo de él: la humanidad debe reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural implícita en todo lo humano.

Para ello, el filósofo francés refrenda que el conocimiento del ser humano ha de ser contextualizado: Al preguntar quiénes somos debemos preguntar dónde estamos, de dónde venimos y a dónde vamos.
Así sintetiza el ser y el desarrollo de lo humano en un conjunto de tríadas o bucles con las cuales explica lo global y lo individual de la especie: a. Cerebro-mente-cultura; b. Razón-afecto-impulso; c. Individúo-sociedad-especie. Para concluir que la educación deberá mostrar el destino individual, social, global de todos los humanos y nuestro arraigamiento como ciudadanos de la tierra.

4. Una educación que enseñe la identidad terrenal:

El horizonte planetario es fundamental en la educación de hoy y del futuro: el desarrollo de un auténtico sentimiento de pertenencia a nuestra tierra, considerada por Morin como la última y primera patria, es imprescindible para el desarrollo de la conciencia antropológica, ecológica, cívica y espiritual.

La historia tuvo su nacimiento en una diáspora de todos los humanos destinados a cubrir cada uno de aquellos rincones solitarios de la tierra, en donde diversidad de lenguas, religiones y culturas hicieron su aparición en escena.

Hoy, la tecnología acerca la diversidad humana y todos aquellos lenguajes secretos a nuestros oídos ya son más claros y podemos, por fin, comenzar a caminar de la mano hacia un nuevo destino. Destino que en la voz de Morin es volver a relacionar las culturas, volver a unir lo disperso.

5. Una educación que enseñe a enfrentar las incertidumbres:

Las distintas sociedades, los distintos imperios y pueblos, siempre suponen que el futuro ha de edificarse conforme a sus patrones o modelos; véase Roma, un imperio tan extendido en el tiempo, el mejor ejemplo que podemos mostrar de esta creencia.

Pero los imperios caen y cae su cultura, su poder. El futuro es incierto y el ser humano debe ser consciente de ello... ¡Podemos reconocer lo indefinido de nuestras vidas!

Así afecta la incertidumbre el futuro, pero también se riega como una infección en el conocimiento, en nuestras propias decisiones. Morin apunta que una vez que tomamos una decisión, comienza a operar el concepto ecología de la acción y se desencadena una serie de acciones y reacciones que afectan al sistema global y no podemos predecir. Pero no se nos educó para la incertidumbre y Morin matiza su confirmación, así: “ existen algunos núcleos de certeza, pero son muy reducidos. Navegamos en un océano de incertidumbres en el que hay algunos archipiélagos de certeza, no viceversa”.

En virtud de este fenómeno de incertidumbre convertido ya en una constante, Morin concluye que la educación debe hacer suyo el “principio de incertidumbre” a la manera en que la física lo asumió a partir de 1900 cuando Heisenberg se lo enunció a la ciencia, porque ya en el siglo XX se ha derruido totalmente la predictividad del futuro.

6. Enseñar la comprensión:

Morin verificó que comunicación no implica comprensión.
Por eso la educación tiene que abordar la comprensión de manera directa y en dos sentidos:
                  A. La comprensión interpersonal e intergrupal. Y
                  B. La comprensión a escala planetaria.
La comprensión siempre está amenazada por los códigos éticos de los demás (sus costumbres, sus ritos, sus opciones políticas). De ahí, que los grandes enemigos de la comprensión sean el egoísmo, el etnocentrismo y el sociocentrismo.
“Enseñar la comprensión significa enseñar a no reducir al ser humano a una o varias de sus cualidades que son múltiples y complejas”. No podemos “etiquetar” las personas, ellas están más allá de la “etiqueta”.
Al respecto Morin propone la posibilidad de mejorar la comprensión mediante:
                A. La apertura empática hacia los demás. Y
                B. La tolerancia hacia las ideas y formas diferentes, en la medida en que no atente a la dignidad humana.
Morin resuelve este punto, afirmando que la comprensión alienta el establecimiento de sociedades democráticas, pues fuera de éstas no cabe la tolerancia ni la libertad para salir del círculo etnocéntrico. Concluye con que la educación del futuro deberá asumir un compromiso sin requiebres con la democracia, porque sólo en la democracia abierta se puede realizar la comprensión a escala planetaria entre pueblos y culturas.


7. La ética del género humano:

Morin clama por una ética válida para todo el género humano como una exigencia de nuestro tiempo, además de las éticas particulares.
Retoma el bucle individúo-sociedad-especie como base para el establecimiento de una ética de futuro y confirma que en el bucle individuo-sociedad se origina el deber ético de enseñar la democracia como consenso y aceptación de reglas democráticas.
Aclara, a su vez, que el bucle en mención requiere alimentarse de diversidades y antagonismos; o sea, que el contenido ético de la democracia afecta todos los niveles y que el respeto a la diversidad significa que la democracia no se identifica con la dictadura de las mayorías.
Termina diciendo que el bucle individuo-especie sustenta la necesidad de enseñar la ciudadanía terrestre; porque la humanidad ya no es una noción abstracta y distante, ya se ha convertido en algo concreto y próximo que interactúa y tiene obligaciones planetarias.
 En lo que se refiere al primer saber, Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión, Morín habla sobre los riesgos más comunes que acompañan al ser humano en la búsqueda de la construcción del conocimiento. En lo que respecta a El talón de Aquiles del conocimiento, advierte de la siempre presente amenaza del error y la ilusión, otorgando a la educación el deber de avocarse a la identificación de los orígenes de errores, ilusiones y cegueras del conocimiento. Los errores mentales, los errores intelectuales, los errores de la razón y las cegueras paradigmáticas son los primeros peligros. La mente, las emociones, la percepción, la palabra, la idea, la teoría, las emociones, la afectividad y la inteligencia. Y es a partir de la interacción de éstos como se suscitan dichos errores.
    En el imprinting y la normalización, el poder imperativo y prohibitivo de los paradigmas, doctrinas reinantes y verdades establecidas; que determina los estereotipos cognitivos, bajo este conformismo cognitivo, señala Morin, “hay un imprinting cultural, huella matricial que inscribe a fondo el conformismo y hay una normalización que elimina lo que ha de discutirse.”
    Por tanto, Morin concluye que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el primer objetivo de la educación del futuro será apropiar a cada uno de los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del mismo, en un escenario social de reflexibilidad, crítica y, sobre todo, de convivencialidad ideológica.
    En el segundo saber Los principios de un conocimiento pertinente, es primordial percibir
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PROF. LEANIT MELÉNDEZ. UPEL - GUANARE

ANALISIS ESTRUCTURAL DE LOS SIETE SABERES NECESARIOS DE LA EDUCACIÓN DEL FUTURO:

Partiendo de un estudio detallado en pro de los beneficios y avances de la educación a nivel mundial LA UNESCO, en su búsqueda por  ampliar y profundizar los conocimientos de una educación con una visión para el futuro, solicito al autor Edgar Morín que expresara sus ideas en la esencia misma de la educación del futuro, en el contexto de su visión del "Pensamiento Complejo”.  Partiendo de esta necesidad el autor presenta en su libro siete principios que él considera claves para la educación de mañana, con el fin principal de colaborar y despertar el interés de los educadores en aclarar su propio conocimiento sobre este tema de gran relevancia. Es así que este presenta en su texto un bosquejo de siete capítulos titulados de la siguiente manera:
I.             Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión
II.           Los principios de un conocimiento pertinente
III.          Enseñar la condición humana
IV.         Enseñar la identidad terrenal
V.           Enfrentar las incertidumbres
VI.         Enseñar la comprensión
VII. La ética del género humano.

En cada una de ellas hace una profundización de conocimientos por medio de temas que refuerzan cada capítulo, los cuales pretende fundamentalmente  mostrar los principales problemas que permanecen en el olvido o simplemente son por completo ignorados u olvidados y que son necesarios para enseñar a nuestras futuras generaciones con bases firmes y solidas para una educación integral y de calidad.

En el capítulo I. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión, se plantea que la educación no puede permanecer ciega ante lo amplio del conocimiento humano, el cual es imperfecto, con sus dificultades y limitaciones, que en ocasiones tiende a inclinarse al error y a la ilusión, sin embargo se pretende emplear como una herramienta de lucidez el estudio de esas características cerebrales y los procesos del conocimiento humano para erradicar el error o la ilusión en algunas situaciones que impiden la adquisición de conocimientos claros y concretos.

En el capítulo II. Los principios de un conocimiento pertinente, a través de este principio se pretende promover un conocimiento capaz de englobar problemas a nivel mundial, con la posibilidad de aplicar una aptitud natural de la  inteligencia humana.

En el capítulo III. Enseñar la condición humana, se debe tomar en consideración que el hombre es  un ser bio-psico-social, que forma parte de la naturaleza y por ende este donde este, debe ser conocedor de su compleja identidad, conciencia y conocimiento, y que este es similar a los demás individuos, para que esto se logre se debe impartir estos aprendizajes a través de las disciplinas actuales como lo son las ciencias naturales, las ciencias humanas, la literatura, la filosofía entre otras que sean base fundamental para consolidar estos conocimientos en el ser humano.

En el capítulo IV Enseñar la identidad terrenal, se plantea que se debe implementar la enseñanza terrenal, esto consiste en dar a conocer a nuestros estudiantes como fue la era planetaria, su evolución histórica, como logramos comunicarnos entre los grandes continentes para ese entonces, es despertar el interés tanto del educador como del estudiante en ser conocedor de la evolución de este proceso que forma parte de la historia de la humanidad.

En el capitulo V Enfrentar las incertidumbres, con el estudio de las ciencias se han generado ciertas incertidumbres que aun requieren de profundos estudios para comprender, es a través de la enseñanza educativa que se pretende incluir principios y estrategias para afrontar riesgos y aceptar lo inesperado, que le permita al hombre poder predecir el futuro y superar lo que consigo trae.

En el capítulo VI Enseñar la comprensión, dentro de las Instituciones Educativas se debe enseñar la comprensión, siendo esta el medio y fin de la comunicación de los individuos, partiendo del conocimiento de sus raíces, sus efectos, las causas de racismo y proyectos por la paz a nivel mundial.

En el capítulo VI La ética del género humano, la educación es un medio con el cual llevamos conocimientos a todos los individuos, por ende estos deben ser conocedores del desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de la sociedad y de la especie humana, donde el individuo forma parte de esa triple realidad.

Partiendo del análisis de los siete principios presentados por el autor Edgar Morín, se puede afirmar que este pretende a través de su visión por la educación del futuro que dentro de las culturas y el sistema educativo de cada nación, se incluya la práctica de estos 7 saberes, para que los educandos y los docentes sean los forjadores de su propio conocimiento,  que establezcan la necesidad de conocer su pasado histórico, de revertir las incertidumbres y emplearlas en las situaciones que se pueden presentar a futuro.

LCDA. DESIREE VILLEGAS. UPEL/ GRUPO GUANARE

jueves, 22 de noviembre de 2012

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO IMPM PORTUGUESA – GUANARE
MAESTRANTE: PROF. MARJAN GUTIERREZ
FACILITADOR: PROF. JOSE DE JESUS CAMEJO

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

La noción de Sociedad del Conocimiento se basa en los progresos tecnológicos y comprende dimensiones sociales, éticas y políticas mucho más pronunciadas. Hay diferentes formas de conocimientos y culturas que intervienen en la edificación de las sociedades, comprendidas aquellas muy fluidas por el progreso científico y técnico moderno. Hoy el dominio del conocimiento puede ir acompañado de un cúmulo importante de desigualdades y luchas sociales. Durante mucho tiempo el conocimiento fue acaparado por círculos de sabios, y el principio rector de esas sociedades era el Secreto. Actualmente la difusión de las nuevas tecnologías y la aparición de la red pública Internet parecen abrir nuevas perspectivas a la ampliación del espacio público del conocimiento. Por ello, podemos preguntarnos si poseemos ya los medios que permitan un acceso igual al conocimiento, así como un autentico aprovechamiento compartido de éste. La importancia de la educación se pone de manifiesto, en la tarea de construir auténticas sociedades del conocimiento, las posibilidades ofrecidas por Internet o los instrumento multimedia no deben hacer que nos desinteresemos por otros instrumentos auténticos del conocimiento como lo son los medios de comunicación social (radio, prensa, televisión, entre otros). Los jóvenes están llamados a desempeñar un papel fundamental en este ámbito, ya que suelen hallarse a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías y contribuyen a insertar la práctica de éstas en la vida diaria.